miércoles, 19 de octubre de 2011

AMISTAD Y MÚSICA

por Cristian Vidal

Fuimos a Talcahuano a grabar a una de las mejores bandas que he escuchado: Mantis. Ellos se armaron el año 95. Sus canciones son instrumentales, no tienen ningún disco grabado, y en todos estos años han tocado sólo en Concepción y una sola vez en Santiago.
 
En la sala de ensayo, estuvieron más de una hora afinando el bajo, la batería y la guitarra. Después, cuando comenzó el ensayo, me di cuenta que sonar como uno quiere es muy difícil y que hacer una banda con los amigos puede no ser una buena idea. Sobretodo si el grupo es bueno.

¿Como sobrevive el sonido sin poner en juego la amistad?
 
Siempre se empieza una banda como jugando a hacer música. Después, cuando hay temas comienza la búsqueda de la "perfección". Tener expectativas en el ruido pone en juego la amistad y por querer hacer algo bueno surgen a la luz las diferencias de opiniones que lleva a que muchas bandas se disuelvan.
 
Tener una banda es fácil. Incluso tener una banda buena no es tan difícil, lo difícil es hacer que dure, que sobreviva al tiempo, al final de cuentas un grupo es una familia, una tribu.
 
Me hace sentido que Mantis lleve tantos años tocando. Ellos dicen que tocan por tocar, sin las grandes expectativas de lo que es tener una banda, de grabar un disco y ser escuchados por todas partes. Parece ser que para que una banda no muera, simplemente tiene que compartir con la música, pasarlo bien y dejar de lado los sueños fantasiosos, y armar lo que se dé, un tema, un sonido propio sin ataduras.

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